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Panorama del mercado laboral mundial
LABORAL

La OIT prevé siete millones de empleos menos por escalada de tensiones globales

jueves, 5 de junio de 2025

Panorama del mercado laboral mundial

Foto: Gráfico LR

Asia-Pacífico sigue liderando la expansión del empleo, pero su avance se modera de 1,9% a 1,7%, mientras que América cae de 1,6% a 1,2%

La Organización Internacional del Trabajo, OIT, volvió a poner el dedo en la llaga: el mercado laboral global se encamina a perder el impulso que había prometido. Su Actualización de las Perspectivas Sociales y del Empleo en el Mundo advirtió que el incremento de puestos de trabajo previsto para 2025 se recortó de 60 millones a 53 millones, un deslizamiento que deja un vacío de siete millones de empleos respecto de la proyección de octubre pasado.

Las cifras van de la mano con la revisión a la baja del crecimiento económico mundial. El Fondo Monetario Internacional redujo su previsión de expansión del PIB de 3,2% a 2,8%, reflejando el impacto de conflictos, realineamientos geopolíticos y barreras comerciales que encarecen insumos y traban las cadenas de valor.

"Sabemos que la economía mundial está creciendo a un ritmo más lento de lo que habíamos previsto. Nuestro informe nos dice ahora que si continúan las tensiones geopolíticas y las perturbaciones del comercio, y si no abordamos cuestiones fundamentales que están reconfigurando el mundo del trabajo, lo más seguro es que tengan repercusiones negativas en los mercados de trabajo de todo el mundo", señaló el director general de la OIT, Gilbert F. Houngbo.

Panorama del mercado laboral mundial
Gráfico LR

El resultado inmediato es evidente: el ritmo de creación de empleo desciende de 1,7% a 1,5% anual. En términos humanos, ello implica que la brecha laboral mundial, personas que desean trabajar pero no encuentran plaza, podría alcanzar 407 millones en 2025, agravando la presión sobre sistemas de seguridad social ya tensionados.

El panorama económico y laboral para 2025 es cada vez más frágil”, puntualizó el documento, aludiendo a la mezcla explosiva de inflación persistente, reacomodos comerciales y deuda pública elevada.

Un foco rojo adicional es la exposición de 84 millones de trabajadores en 71 países, 4,3% de su fuerza laboral combinada, cuyos empleos dependen directa o indirectamente de la demanda de consumo de los Estados Unidos. Más de dos tercios (56 millones) se concentran en Asia–Pacífico, pero la vulnerabilidad relativa es mayor en Canadá y México, donde 17,1% de los puestos de trabajo están atados al humor del mercado estadounidense.

El giro proteccionista de Washington, aranceles “recíprocos” con picos superiores a 40% para varias economías asiáticas, no sólo encarece los flujos comerciales: también empuja a las empresas a rediseñar sus cadenas de suministro, un proceso costoso que podría marginar a las naciones con menos acceso a capital e infraestructura.

La lectura regional exhibe contrastes severos. Asia-Pacífico sigue liderando la expansión del empleo, pero su avance se modera de 1,9% a 1,7%; África conserva un ritmo alto, mientras que América cae de 1,6% a 1,2% y Europa-Asia Central apenas llegará a 0,6%.

El informe recuerda que la informalidad permanece enquistada: más de 2.000 millones de personas, 57,8% de los trabajadores del planeta, operaban fuera de la economía formal en 2024. En África la tasa roza 85%; en los Estados Árabes, la expansión de la economía sumergida supera 36% en la última década.

A la par, la porción del PIB que remunera al trabajo se deslizó de 53% en 2014 a 52,4 % en 2024. Si aquel coeficiente se hubiera mantenido, los asalariados habrían percibido US$1 billón más en 2024, US$290 adicionales por trabajador en paridad de poder de compra.

En términos estructurales, el empleo da un salto cualitativo hacia los puestos de alta destreza: la participación de ocupaciones de alto nivel se elevó cuatro puntos en los países de ingreso alto durante la última década, proceso en el que las mujeres han liderado la transición.

Paradójicamente, solo 47,7% de los trabajadores encajaba en 2023 con el nivel educativo que exige su puesto. La sobreeducación subió de 15,5% a 18,9%, especialmente entre técnicos y profesionales asociados, dibujando una alerta sobre la pertinencia de los sistemas formativos.

La irrupción de la inteligencia artificial generativa añade otra capa de complejidad. Casi uno de cada cuatro trabajadores ejerce actividades con algún grado de exposición a esta tecnología; 7,5% se halla en ocupaciones con alta susceptibilidad a la automatización y 16,3% en campos intermedios. Los empleos de cualificación media son los más expuestos en términos absolutos, mientras que los de alta cualificación concentran la proporción mayor de alta exposición (13,1%).

Frente a este mosaico de riesgos, la OIT propone reforzar los amortiguadores sociales: protección social universal, inversión sostenida en competencias, diálogo social tripartito y mercados laborales inclusivos que permitan que la disrupción tecnológica se transforme en palanca de prosperidad y no en un vector de exclusión.

"Las conclusiones de este informe sobre el panorama del empleo son aleccionadoras, pero también pueden servir de hoja de ruta para la creación de empleos decentes. Podemos marcar la diferencia, y podemos hacerlo reforzando la protección social, invirtiendo en el desarrollo de competencias, promoviendo el diálogo social y construyendo mercados laborales inclusivos para garantizar que el cambio tecnológico beneficie a todos. Y debemos hacerlo con urgencia, ambición y solidaridad", explicó el director general.

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